( Publicado en Revista Creces, Enero 1984 )
A muchos chilenos este verano los ha sorprendido en diversos puntos de nuestro litoral, maravillándose con parajes ignotos y con el mar pródigo en alimentos. Mas de 4.000 kilómetros de costa en el sector continental ofrecen playas con leve declive y acantilados con enérgicas rompientes; áreas con gran diferencia entre las horas de baja y pleamar; bahías abrigadas y sectores sobre los cuales soplan vientos todo el año; áreas de navegar correntoso con características físico químicas especiales para el desarrollo de la vida acuática, y masas de agua totalmente distintas. De allí entonces que motivados por esta vuelta anual de los chilenos a su mar, luego de casi once meses de darle las espaldas al océano, nos da la oportunidad para aportar un grano de arena mas a esta cruzada emprendida por CRECES para "oceanificar" la conciencia nacional.