( Publicado en Revista Creces, Octubre 2002 )
Hasta hace algunos años, nadie habría pensado considerar la posibilidad de curar enfermedades crónicas del cerebro mediante el reemplazo de las células dañadas por células nuevas. Hoy el tema adquiere importancia por el posible uso de células provenientes de embriones humanos, que potencialmente pueden desarrollarse hasta neuronas.