( Creces, 2014 )
Fue en 1980, cuando Stanley Prusiner de la Universidad de California, San Francisco, identificó a proteínas priones, averrantes, como el agente causantes de la "enfermedad del rasquido de las ovejas", "la enfermedad de las vacas locas" y otras diversas que afectan a los humanos. Ahora el concepto de daño cerebral por proteínas semillas aberrantes y la formación de conglomerados intracelulares, se extiende a diversas otras patologías cerebrales.