( Publicado en Revista Creces, Mayo 2000 )
Si a un astrónomo se le pregunta qué es un hoyo negro, responderá que es una región del espacio de la cual nada, ni siquiera la luz puede escapar, debido a la enorme intensidad de la gravedad que alcanzan. Sin haber demostrado directamente su existencia, los astrónomos la aceptan, como una forma que les calcen todas sus teorías. Según esto, los hoyos negros serían la condensación de una estrella más masiva que el sol, que habiendo agotado su combustible se ha enfriado y se ha contraído, alcanzando tal grado de concentración que generaría una tremenda fuerza de gravedad, con la que succionan la materia que las rodea, como una verdadera aspiradora astronómica. Hasta ahora nadie los ha visto, ni nadie se ha caído en ellos, pero los astrónomos tienen razones para creer en su existencia, y cada día están más convencidos de ello.