( Publicado en Revista Creces, Enero 1999 )
Desde el tiempo de Ramón y Cajal, el célebre investigador español, se sostiene que el cerebro es inmutable. “sus células se pueden destruir, pero jamás regenerar”. Se afirma que el ser humano nace con un número definitivo de neuronas que deben durar por toda la vida. Las neuronas serían las únicas células que no se pueden regenerar, lo que es lógico pensar, porque en ellas está almacenada nuestra personalidad, nuestras vivencias y nuestra memoria.