( Publicado en Revista Creces, Abril 2004 )
De acuerdo a una nueva teoría, un cambio en un simple músculo habría hecho posible el crecimiento cerebral en el hombre primitivo. Se trata de una mutación que se habría producido hace 2.4 millones de años en un gene que codifica la "miosina", lo que habría afectado a esta proteína haciéndola menos efectiva. Según Hansell Stedman, cirujano de la Universidad de Pennsylvania, fue debido a este cambio que los primates habrían sufrido una atrofia de los fuertes músculos de la mandíbula.