( Publicado en Revista Creces, Abril 1998 )
Esta tecnología de última generación asegura beneficiar a los pacientes e instituciones de la salud mediante el aumento de la productividad, reducción de costos y la eliminación de la prestación de servicios no autorizados. Adicionalmente, da respuestas a dilemas éticos-legales, tales como a quien pertenece la ficha medica y como controlar la donación de órganos.