( Publicado en Revista Creces, Marzo 1987 )
Está demostrado que las fibras de asbesto utilizadas para aislación térmica y acústica son tóxicas, de tal forma que las industrias que trabajan con asbesto están sometidas a normas estrictas de seguridad para evitar que los trabajadores contraigan penosas dolencias (asbestosis e incluso cáncer). Un estudio realizado en 1986 en el Laboratorio Nacional de Los Alamos, Nuevo México (EE.UU.), utilizando ratas, permitió comprobar que las fibras artificiales -a diferencia del asbesto- no resultan tóxicas.