( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1996 )
La eliminación de los desechos radiactivos, provenientes de los reactores o de bombas atómicas, constituyen uno de los más serios problemas de contaminación ambiental. La radioactividad puede persistir por cientos o miles de años y en cualquier momento pueden destruirse sus contenedores y pasar al ambiente afectando seriamente la salud de las personas. Por ello tratan de enterrarse en lugares aislados, pero nadie asegura que con el tiempo, ya sea por olvido o porque cambien las condiciones geológicas, ellos lleguen a contaminar el ambiente. No es raro entonces que nos haya provocado una justificada alarma el anuncio que Argentina quiera enterrar sus desechos atómicos en el sur del país, cerca de la frontera chilena.