( Publicado en Revista Creces, Diciembre 1999 )
Para obtener una buena vacuna, el ideal es contar con un organismo bacteriano o viral entero que permita una amplia respuesta inmune por parte del huésped, pero que al mismo tiempo no sea muy agresivo como para que produzca la enfermedad. Teniendo esto en mente, Michael Maham, investigador de la Universidad de California, Santa Bárbara, y sus colaboradores parecen haber encontrado una buena solución (Science, vol.284, Mayo 1999, pág. 967). Descubrieron que en el caso de la bacteria Salmonella typhimurium, que frecuentemente contamina alimentos, existe un gene que regula la actividad de otros 20 que la bacteria necesita para iniciar la infección (gene Dam). Cuando bloquean este gene maestro, la bacteria se transforma en inofensiva e incapaz de producir enfermedad. Sin embargo, es capaz de despertar una fuerte reacción inmunológica. Esta modificación de la bacteria, en que se inhibe el gene Dam, podría ser muy útil entonces para fabricar una buena vacuna.