( Creces, 2009 )
Con el tiempo, lento e insidiosamente, los huesos se van deteriorando, perdiendo minerales y debilitando sus estructuras. Sorpresivamente se fractura la cadera, la muñeca o una vértebra. En ocasiones es el primer aviso de un proceso que se ha venido gestando, talvez desde el nacimiento (osteoporosis). Por lo general el aviso llega tarde ya que reparar el daño, especialmente en personas mayores, no es fácil. En Chile durante los últimos años se ha estado incrementando notablemente la expectativa de vida de la población, y ya son más de un millón las personas mayores de 65 años, las que potencialmente pueden llegar a padecer de osteoporosis, especialmente las mujeres. Después que se produce una fractura, las tasas de mortalidad se elevan y también son muchos los que terminan incapacitados en una casa para ancianos.