( Publicado en Revista Creces, Diciembre 2001 )
De acuerdo a un análisis de datos de los últimos 18 años enviados por satélites, el hemisferio norte se está poniendo verde. Allí la primavera está llegando más temprano, mientras que el otoño se retrasa. El efecto es especialmente notable en Siberia y al este de Rusia, donde dos tercios de las zonas vegetales, sobre la latitud 400 (a la altura de Nueva York), muestran un notable incremento en la densidad.