( Publicado en Revista Creces, Abril 1992 )
Introducción:
Sólo muy recientemente en su historia el Hombre se ha comenzado a preocupar de que los alimentos que ingiere pueden, a la larga, ser un factor de riesgo para su salud. En el comienzo de la historia, el ser humano sobrevivía gracias a los alimentos que podía recolectar, o de lo que podía cazar, cosechar o almacenar. Estudios antropológicos proyectados a aquella época nos permiten concluir que las dietas que los seres humanos consumían en aquellos tiempos tenían un bajo contenido en grasas, muy poco azúcar y un alto contenido en fibras e hidratos de carbono complejos (almidones).