( Publicado en Revista Creces, Marzo 1999 )
Para el estudio de civilizaciones pasadas, ya no sólo se cuenta con la observación directa de restos arqueológicos o de cuerpos embalsamados o preservados naturalmente. Hoy se dispone, además, de una variedad de tecnologías que permiten averiguar muchos detalles de la vida pasada. La última es el análisis del cabello, que permite conocer la composición de la dieta.