( Publicado en Revista Creces, Agosto 1989 )
Establecer los adelantos más notables o "el descubrimiento" más espectacular en química en esta última década es una tarea difícil. Sobre todo si tenemos en cuenta que esta ciencia en particular está inmersa en el desarrollo de las otras ciencias básicas, e íntimamente relacionada con ellas en su progreso.
Este problema se les presenta también a las instituciones que tienen por tarea identificar, anualmente, las contribuciones más importantes. Es el caso de la Academia de Ciencias Sueca, que debe decidir a quiénes se les otorga los Premios Nobel de Física y Química, entre otros. Aunque el testamento de Alfred Nobel estipula que estos premios se entreguen a quienes hayan hecho el descubrimiento, invento o avance más importante, en sus respectivas ciencias, muchas veces no es posible evaluar la importancia de un trabajo hasta muchos años más tarde.