( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1996 )
Como consecuencia del enorme desarrollo industrial que la humanidad ha presenciado en las últimas décadas, el desecho de numerosas substancias químicas utilizadas en los procesos productivos o subproductos de ellas, están contaminando peligrosamente el medio ambiente. Ya se sabe que muchas de ellas tienen efectos muy nocivos para la salud humana y animal. Especialmente preocupante es un grupo de dichas substancias que tienen un efecto semejante a las hormonas, alterando las funciones que estas normalmente desarrollan, lo que se teme que afecte muy especialmente a la población infantil.