( Publicado en Revista Creces, Octubre 2002 )
Las células de un embrión pueden diferenciarse y madurar para llegar a ser células de la piel, músculo, o cualquier otro órgano o tejido. Ellas nacen de la fusión de un óvulo con un espermio, en la que cada uno aporta 23 cromosomas, resultando con 23 "pares" de cromosomas. En fases posteriores y después de varias divisiones, las células resultantes comienzan a diferenciarse en células que van a constituir diferentes tejidos y órganos. Es por ello que se afirma que las células embrionarias son "totipotenciales".