( Publicado en Revista Creces, Abril 1987 )
La gasolina que se expende en Chile tiene como aditivo permanente una determinada cantidad del antidetonante tetraetil plomo que si bien facilita un mejor funcionamiento de los motores, lanza al aire como contaminante al plomo y sus derivados, los que pueden advertirse - por ejemplo- en la corteza de los árboles y hasta en la orina de los párvulos. La solución es sacar el compuesto de plomo de las bencinas, se hace en varios países desarrollados. Desde Alemania se informa que una filial de la compañía Krupp construyó, el año pasado una gran planta en Baviera (en la foto) para producir gasolina sin y el consumo del combustible experimentó un alza de 0,2 millón de toneladas a 2,6 millones en los últimos 12 meses. Ello supone reducciones en las remisiones de plomo a la atmósfera de 450 toneladas. El gobierno apoya esta medida rebajando el impuesto sobre el petróleo para gasolina sin plomo. La nueva planta de la Krupp está hecha para producir 350.000 toneladas de bencina sin plomo al año.