( Creces, 2012 )
Fue en el año 1991 cuando en los Alpes, en la frontera de Austria con Italia, unos sorprendidos excursionistas encontraron un cadáver cubierto por hielos, que estaba perfectamente conservado, como si su muerte hubiese sido reciente. Fue una sorpresa cuando llegaron los resultados del análisis radiométrico demostrando que había vivido 5000 años atrás. Para los arqueólogos ello constituyó un bocado di cardinalí, ya que nunca se habían imaginado disponer de un cadáver de tan larga data y tan bien conservado. Desde entonces han sido varios los equipos de arqueólogos y patólogos que se lo han estado peleando para examinarlo hasta agotarlo. Ello incluso provocó una disputa diplomática entre Italia y Austria. Tanto ha sido estudiado, que ya hasta se le conoce por el nombre: Ötzi, en alusión al lugar donde fue encontrado, en los Alpes de Ötzal.