( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1999 )
Las líneas aéreas cada vez disminuyen mas el espacio entre asiento y asiento, obligando a viajar incómodamente con las piernas encogidas. Pero ello no sólo es incómodo, sino que además riesgoso. Emile Ferrari y sus colaboradores del Hospital Pasteur, en Niza, demuestran que las personas que viajan por largas horas con las piernas encogidas presentan un elevado riesgo que se le formen coágulos en sus venas. Si éstos se desprenden y alcanzan al pulmón, pueden producir graves complicaciones y aun la muerte.