( Publicado en Revista Creces, Marzo 2000 )
Cuando un avión choca con un pájaro pueden producirse daños catastróficos. Ahora que los fuselajes de los aviones se fabrican con compuestos de carbón, los pequeños daños pasan inadvertidos. Por este motivo, para hacer evidentes los efectos de los impactos en el fuselaje, la Agencia de Evaluación de Defensa e Investigación de Inglaterra, propone recubrir las alas con cristales que al fracturarse, producen luminiscencia.