( Publicado en Revista Creces, Enero 2004 )
La actividad de la bioquímica cerebral parece ser semejante cuando alguien se enamora, que cuando experimenta la sensación de hambre y sed, o cuando se padece de la enfermedad mental llamada "psicosis obsesiva". Cuando se analiza lo que sucede en el interior del cerebro, el enamorarse perdidamente se parece mucho a lo que se observa en la “psicosis obsesiva”. Es por ello que muchos psicólogos piensan que el enamorarse es una enfermedad. La persona objeto del amor, se convierte en una obsesión, se distorsiona su imagen real, y por ello se puede llegar a grandes locuras que analizadas más tarde parecen irracionales. (New Scientist, Noviembre 22, 2003, pág. 18).