( Publicado en Revista Creces, Abril 2000 )
Investigadores italianos afirman que el agua que resulta del lavado en la preparación de aceite de oliva, puede utilizarse para preservar alimentos y cosméticos. Para producir aceite, primero se prepara una pasta de olivas, que luego debe lavarse con agua caliente. En ella se disuelve una importante cantidad de solutos, ricos en potentes antioxidantes naturales.