( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1981 )
Un ejemplo de sociedad perfecta entre el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios, con deberes, derechos y autocensura mutuos, determina que La niña se transforme un día en mujer y quede así apta para reproducirse. La forma como esto sucede, con sus variaciones normales y anomalías, es el tema del siguiente artículo.