( Creces, 2016 )
En el año 1898, el biólogo italiano Camillo Golgy, observando al microscopio un corte de tejido cerebral, comprobó la existencia de una red que envolvía a muchas neuronas. Constató el hecho, pero no se pronunció a cerca de su función. Después de él otros histólogos y biólogos afirmaron que la red que había observado Golgy no era tal y que ello correspondía a un artefacto de la técnica de teñido que él había utilizado. Desde entonces nadie más la mencionó ni tampoco ofreció explicación de su existencia. Pero recientemente, durante la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia (USA 2015), otros investigadores entregaron nuevas evidencias de su real existencia, afirmando que los agujeros que se observaban en esta red podrían corresponder al lugar en que se almacena la memoria de largo plazo.