( Publicado en Revista Creces, Abril 1990 )
Un equipo de químicos orgánicos del imperial College de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Londres ha convertido en realidad el sueño de obtener un agente para el control de plagas, inocuo al medio ambiente que combata las plagas de insectos sin dañar al hombre y a los pequeños mamíferos. Se ha seguido la labor iniciada por el Dr. David Morgan de la Universidad de Keele, que aisló inicialmente el potente compuesto insecticida azadiractina, procedente del árbol tropical Neem (Azadirachta indica), muy común en el sureste asiático y en el África, donde es utilizado en la medicina popular. Dicho árbol produce la azadiractina como defensa natural contra los insectos.