( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1996 )
Estadísticas en 1996 de la ciudad de Nueva York, señalan que en 3 de cada 10 víctimas de homicidio se puede detectar evidencia de cocaína en su cuerpo. En términos generales, los cocaínomanos tienen un riesgo de ser asesinados, que es cincuenta veces superior a la población general.